La fase de transformación de la tierra simboliza el final del verano y la cosecha, así como la estabilidad, la seguridad y nuestra posición en el mundo.
A la tierra están adscritos los órganos del bazo y el estómago. Si fluye la energía del bazo y del estómago, nos sentimos seguros y protegidos en la vida.
Arrodillese en el suelo con unas separación entre las rodillas equivalente al ancho de las caderas, de modo que se encuentre estable y cómodo. El empeine de los pies debe quedar estirado sobre el suelo, con los dedos gordos tocándose. Siéntese sobre los talones. Coloque los talones de tal manera que se pueda sentar cómodamente entre ellos. Apoye sin hacer fuerza las manos sobre los muslos.
Siéntese erguido, enderezando la columna vertebral y sosteniendo la cabeza como una prolongación de la columna. Dirija la mirada al frente.
Ponga las palmas de las manos a su espalda en en suelo, con los dedos apuntando al cuerpo. En esta postura, el tronco retrocede ya un poco. Doble los codos, incline luego el tronco, apoyado en las manos y los brazos, hacia atrás hasta que llegue al suelo con los codos. Seguirá sentado sobre los talones, con las manos cerca de los pies. Incline la cabeza hacia atrás con la boca ligeramente abierta. La parte delantera de su cuerpo debe describir una curva. (Los que ya tienen práctica son capaces de posar todo el tronco en el suelo.)
Si tiene dificultades para inclinar por igual todo el tronco hacia atrás, puede inclinar primero un lado del cuerpo -apoyado sobre las manos y los brazos- y luego el otro. |
En esta posición, inspire y espire profundamente, tanto como le resulte cómodo. Con cada espiración, intente estirar algo más la parte delantera del cuerpo.
Termine el ejercicio rodando lentamente hacia un lado, para volver a sentarse sobre los talones. Apoye las manos sin hacer fuerza en los muslos y enderece de nuevo la columna vertebral.
Si no puede inclinarse hacia atrás, ponga las palmas de las manos a su espalda en el suelo, con los dedos apuntando hacia el cuerpo. Levántese de los talones y suba la pelvis tanto como sea posible. Deje caer la cabeza hacia atrás con la boca ligeramente abierta. Ahora su parte delantera describirá una curva.
En esta posición, inspire y espire tanto como le resulte agradable. Con cada espiración, procure estirar algo más la parte delantera del cuerpo.
Concluya el ejercicio volviendo a sentarse sobre los talones. Coloque las manos sin fuerza sobre los muslos y enderece de nuevo la columna vertebral.
Compruebe cómo se encuentra. ¿Qué ha cambiado? ¿Siente el estiramiento en la parte anterior de los muslos? ¿Nota la parte delantera de su cuerpo "más viva"? ¿Siente el cuello más largo?
Nota El ejercicio de la tierra es difícil y a muchos les suele costar trabajo hacerlo. Vaya paso a paso, y no se rinda por creer que no es lo bastante elástico. Sienta sus límites y no espere demasiado de usted. Con cada espiración, avance un poco en el estiramiento. Al cabo de un tiempo, este ejercicio le resultará más fácil. |
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